El maíz transgénico se refiere a cepas específicas de maíz modificadas
genéticamente para expresar ciertas características. Desde el punto de vista de
la producción agrícola, estas propiedades desarrolladas son, por ejemplo, la
resistencia a plagas y a herbicidas.
El maíz transgénico ha causado controversia con
respecto a los posibles efectos en la salud y en el ecosistema.
Una de las variedades transgénicas más conocidas es
el maíz Bt. En este se han agregado genes que provienen de una bacteria del
suelo, Bacillus
thuringiensis.
La bacteria produce insecticidas; es decir, forma toxinas que atacan a
ciertos insectos perjudiciales para la planta. De allí que la planta de maíz Bt
contenga los insecticidas. Otra característica transgénica agregada al maíz es
la resistencia a un herbicida general: el glifosato.
El glifosato inhibe la síntesis de la enzima EPSPS, que controla la
fabricación de algunos aminoácidos aromáticos necesarios para la formación de
la célula vegetal.
Al introducir un gen modificado en el maíz, la enzima no se altera
aunque la planta haya recibido el herbicida, y continúa con su crecimiento. Sin
embargo, las malas hierbas sí mueren.
Origen
Las variedades de maíz resistentes al glifosato se comercializaron por
primera vez en 1996 por Monsanto, y se conocen como “maíz Roundup® Ready” (maíz
RR). Ese mismo año se aprobó el primer maíz transgénico Bt.
La bacteria Bacillus thuringiensis secreta de forma natural
hasta veinte toxinas insecticidas diferentes (en forma de cristales llamados
Cry) que atacan específicamente a ciertas familias de insectos: toxinas Cry1 y
Cry2 para las mariposas (familia de lepidópteros), Cry3 para escarabajos y Cry4
para dípteros (moscas),
Bayer CropScience desarrolló “Liberty Link Corn”, que es resistente al
glufosinato. Una de las malezas que busca combatir el glifosato es el sorgo de
Alepo, que retarda el desarrollo del maíz en cultivos intensivos.
Esta maleza ocupa el sexto lugar entre las diez principales más dañinas
para la agricultura mundial. Pioneer Hi-Bred ha desarrollado y comercializa
híbridos de maíz con tolerancia a herbicidas como la imidazolina, bajo la marca
registrada “Clearfield®”.
En estos híbridos la resistencia a los herbicidas se creó mediante la
selección de cultivo tisular y otros procedimientos, y no por ingeniería
genética. Por tanto, el marco regulatorio que rige la aprobación de cultivos
transgénicos no se aplica a Clearfield®.
Desde 2011 se cultiva el maíz modificado genéticamente y resistente a
herbicidas en 14 países. Desde 2012 26 variedades de maíz transgénico
resistente a herbicidas tienen autorizada su importación a la Unión Europea.
En 2013 Monsanto lanzó el primer rasgo transgénico de tolerancia a la
sequía en una línea de híbridos de maíz llamada DroughtGard.
El rasgo es proporcionado por la inserción de un gen del microorganismo
del suelo llamado Bacillus subtilis. Fue aprobado por el USDA en 2011 y
por China en 2013.
Características
– La planta de maíz transgénico produce ella misma la toxina que bloquea
la digestión del o de los insectos-objetivo. Esto hace que toda la planta esté
protegida frente al ataque de insectos, a diferencia de lo que ocurre con
tratamientos alternativos, que suelen solo limitarse a su superficie.
– La selectividad del tratamiento es muy superior. Cada variante de la
molécula Bt se dirige solo a una familia de insectos. Sin embargo, no se conoce
el impacto de sus efectos acumulativos en el medio ambiente.
– Hay menos emisión de CO2 al ambiente porque hay menos
fumigaciones, aunque probablemente sean necesarias otras con fungicidas para
eliminar hongos y con otros herbicidas o insecticidas para destruir otras
malezas e insectos.
– El maíz Bt puede ser tóxico en fauna, flora, microorganismos del
suelo, insectos polinizadores y depredadores naturales de insectos
dañinos. Si una parte de los desechos de la planta cae en los ríos,
pudiera tener efectos sobre la fauna de allí. Varios estudios demuestran que se
ha encontrado Bt en los ríos aguas abajo de los cultivos de maíz Bt.
– Una exposición prolongada al polen de maíz Bt afecta el comportamiento
y la supervivencia de la mariposa monarca (Danaus plexippus).
– El maíz Bt es perjudicial para insectos importantes que controlan
naturalmente las plagas del maíz. La crisopa verde (Chrysoperla carnea) se
ve afectada por la toxicidad del maíz Bt. Este maíz transgénico perjudica
a las presas de las que se alimenta este insecto.
– Las raíces de la planta son porosas. Muchos cultivos Bt secretan la
toxina de la raíz hacia el suelo. Los residuos en el campo contienen entonces
la toxina Bt activa. Los efectos a largo plazo de esta acumulación aún no han
sido evaluados.
Tipos
Los tipos de maíz transgénico son los que presentan:
– Tolerancia a los herbicidas. Las malas hierbas no tienen ningún valor
comercial o nutritivo y sustraen los nutrientes del suelo y la luz solar de los
cultivos útiles. Los herbicidas matan las malas hierbas, pero pocos son
selectivos y pueden afectar a los productos agrícolas. El maíz transgénico no
es afectado por los herbicidas pero sí las malas hierbas a su alrededor.
– Resistencia a los insectos. Cuando un insecto vulnerable come la
planta con Bt, la proteína —que es alcalina— se activa en su intestino. En
ambiente alcalino la proteína se despliega parcialmente y es cortada por otras,
formando una toxina que paraliza el sistema digestivo y crea agujeros en la
pared intestinal. El insecto no come y muere por inanición.
– Combinación de ambas tolerancias, a herbicidas y resistencia a
insectos.
– Resistencia a la sequía.
– Rasgos para proteger al maíz de gusanos.
– Tolerancia al virus del rayado del maíz (Maize streak virus, MSV).
Estas cepas han sido propagadas en África a partir de 2014.
Consecuencias para la
salud
– El maíz transgénico puede potencialmente provocar más reacciones
alérgicas de las de los cultivos que resulten de cruzamientos
convencionales.
– Se ha identificado la presencia de la toxina Bt en la sangre de
mujeres embarazadas y sus fetos. Se puede concluir entonces que el insecticida
atraviesa la placenta.
– Otros estudios han relacionado la toxina Bt con el cáncer y el
deterioro de las células renales. Este daño sería mayor cuando la toxina está
asociada al glifosato.
– Los productores de organismos genéticamente modificados (OGM) utilizan
los genes de resistencia a los antibióticos para seleccionar las células
vegetales que hayan integrado el gen marcador, cuya expresión se desea obtener.
Como esos genes están en la planta que va a ser consumida, su uso podría
inducir el desarrollo de resistencia a los antibióticos.
– Todo organismo vivo sometido a un factor externo tiene tendencia a
evolucionar debido a la mutación y a la selección. De este modo, el contacto
permanente con el maíz Bt ha ido creando resistencia en algunos insectos y
malezas. Esto obliga a los agricultores a usar otros herbicidas o insecticidas
más tóxicos, con el potencial efecto nocivo para la salud.
– El gran peligro, como el de todos los transgénicos, es la interacción
casi incontrolada de estos cultivos para alimentación humana con un ecosistema
amplio, complejo y no totalmente conocido.
Ventajas
– Mejores rendimientos con menos fertilizantes, menos plaguicidas y más
nutrientes. Sus resultados son más predecibles que la reproducción tradicional,
en la que la transferencia genética de cada padre se hace aleatoriamente a la
descendencia.
– Respuestas en corto tiempo. El genotipo deseado puede crearse
instantáneamente en la generación actual.
– El maíz puede cultivarse donde la infestación previamente destruyó
cosechas o requirió grandes dosis de plaguicidas tóxicos liberados al medio
ambiente, a menudo matando insectos benéficos en el proceso.
Aún no se han determinado los efectos a largo plazo en la evolución de
la especie. El impacto que tendría el maíz transgénico en la evolución es
especulativo y no ha sido completamente probado o verificado hasta el momento.
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