El vinagre de manzana es
el resultado de la acción de bacterias del género Acetobacter sobre
el zumo de manzana fermentado. Su elaboración comienza con la extracción del
zumo de manzana, que seguidamente se somete a un proceso de fermentación anaeróbica.
En esta etapa, debido a la presencia de
levaduras ocurre la conversión de los azúcares del zumo en etanol, y se produce
sidra. En una segunda fermentación el etanol, en presencia de oxígeno y de
bacterias acido-acéticas, se convierte en ácido acético. El ácido acético y el
ácido málico le dan al vinagre de manzana su sabor característico.
Desde
mediados de segunda mitad del siglo XX se ha estimulado el consumo de vinagre
de manzana adjudicándole propiedades saludables, aunque su empleo como remedio
popular data de hace siglos. Sin embargo, ninguna de estas afirmaciones ha sido
respaldada por suficiente evidencia científica hasta los momentos.
Vale
destacar que en la composición del vinagre de manzana hay elementos con interés
probado en la promoción de la salud. Sin embargo, su empleo en forma medicinal
puede presentar riesgos, especialmente si se toma durante el embarazo o se
consume de forma crónica.
¿Para qué
sirve?
Antimicrobiano natural
Es conocido
el papel del vinagre en la preservación de los alimentos. El ácido acético que
contiene puede proteger al organismo de levaduras, bacterias y virus. Incluso
protege contra patógenos como E.coli.
El VDM
tiene capacidad antifúngica frente a Cándida albicans; esta levadura es un habitante
normal del tracto intestinal. Entre sus funciones está la de suprimir
carbohidratos restantes que se hayan absorbido mal y conservar el equilibrio
del pH de la sangre.
Sin embargo, la candidiasis aparece cuando el
sistema inmune sufre una depresión y se da un desequilibrio en la flora
intestinal, lo que genera un crecimiento exacerbado de dicha levadura.
El
desbalance se manifiesta por afecciones en el bienestar físico, mental y
emocional, como intolerancias alimentarias, fatiga, confusión mental e
infecciones fúngicas.
Alcalinizante
Se ha
demostrado que el vinagre de manzana crudo y no pasteurizado es alcalinizante
porque contiene minerales con esta característica, como el potasio.
Ofrece
efectos protectores contra la oxidación y el daño celular, que pueden ser el
resultado del aumento de la acidez.
Disminuye
los niveles de colesterol y triglicéridos
En estudios
realizados en animales, aquellos que ingerían una dieta con suplementación en
vinagre de manzana presentaban una disminución en los niveles de triglicéridos
y colesterol VLDL.
VLDL son
las siglas en inglés que corresponden a lipoproteína de muy baja densidad, que
promueve la acumulación de colesterol en las paredes de las arterias.
Coadyuvante en la pérdida de peso
corporal
El vinagre
de manzana no es una pócima milagrosa para perder peso rápidamente, pero se ha
estudiado la capacidad del ácido acético para mantener el apetito saciado.
Por ello,
ayuda a reducir la cantidad total de calorías ingeridas, lo que promueve la
pérdida de peso lenta y constante.
Incluso
puede ayudar a frenar los antojos de dulces y otros alimentos procesados que
pueden conducir a un aumento de peso. Su aporte calórico es prácticamente nulo,
solo contiene aproximadamente tres calorías por cucharada, valor que es
considerado muy bajo.
Ayuda a digerir la proteína
El ácido
acético contribuye con la hidrólisis de las proteínas y su descomposición en
aminoácidos. Esto permite obtener aún más beneficios de las proteínas que se
ingieren.
Por otro
lado, al mejorar la digestión aumenta la absorción de nutrientes y la
eliminación de toxinas, lo que incide también en una de las causas que provoca
la aparición del acné.
Aumenta la absorción de
hierro
Los ácido
acético, málico y ascórbico presentes en el vinagre de manzana mejoran la
absorción de hierro no hemínico; es decir, el que está presente en los
alimentos de origen vegetal.
Al aderezar
con vinagre de manzana las verduras de hojas verde oscuro, ricas en hierro,
puede aumentarse la absorción de este nutriente.
Permite una rápida recuperación de
la fatiga
Una de las
razones por las que el vinagre de manzana aumenta naturalmente los niveles de
energía es porque ayuda a la absorción de hierro, como se mencionó anteriormente.
El hierro
es necesario para ayudar a transportar el oxígeno entre las células, lo que
favorece la producción de energía.
Las
personas con deficiencia de hierro sufren de fatiga continua. Por lo tanto,
tiene sentido que la mejora de la capacidad de su cuerpo para absorber hierro
pueda reducir la fatiga y promover la sensación corporal de energía.
Aumenta la
inmunidad
Se ha sugerido que tiene efectos antivirales
protectores y ofrece grandes beneficios para el sistema inmune cuando se toma a
diario. De este modo, podría ayudar a reducir la respuesta inmune del cuerpo y
las reacciones a los alérgenos.
Efecto antihipertensivo
El vinagre
de manzana puede ayudar a reducir la presión arterial alta porque provoca la
disminución de los niveles de sodio sanguíneo.
El potasio
junto al sodio mantienen los niveles de presión arterial, pero si la dieta es
alta en sal común, surge un desequilibrio: los niveles de sodio en el organismo
se incrementan y los niveles de presión arterial también.
El vinagre
de manzana agrega potasio extra a la dieta, ayuda a equilibrar el sodio en
sangre y a reducir la presión arterial alta.
Equilibra el azúcar en la sangre
El vinagre
de manzana reduce la velocidad de digestión de los almidones, disminuyendo la
respuesta de insulina del organismo después de comer. Además retrasa la
velocidad de vaciado gástrico, lo que también reduce la respuesta de producción
de insulina.
Ayuda a
reducir el reflujo ácido y mejora la digestión
El pH del
vinagre de manzana es similar al de los ácidos estomacales (el del vinagre de
manzana es 3,075 y el del estómago oscila entre 1,5 y 3,5), y esto contribuye
con la digestión correcta de los alimentos.
El reflujo
ácido también puede ser una señal de que el organismo no tiene suficiente ácido
estomacal para digerir correctamente los alimentos. Al incrementarse el ácido
necesario para el proceso digestivo, se reducen los síntomas de acidez y
reflujo ácido.
El vinagre
de manzana también podría ayudar a prevenir los gases y la sensación de
inflamación abdominal.
Contraindicaciones
Aunque el
vinagre es una dilución de un ácido débil (ácido acético en agua), su ingestión
presenta un riesgo de posible lesión a los tejidos blandos de la boca,
garganta, estómago y riñones. Por eso se recomienda usarlo diluido.
Su empleo
en tratamientos tópicos debe ser con precaución. El ácido acético en el vinagre
de manzana puede debilitar el esmalte dental y provocar la aparición de caries.
El vinagre de manzana también puede interactuar con algunos medicamentos, como
insulina y ciertos diuréticos, así que es conveniente consultar con el
farmacéutico o médico antes de tomarlo sistemáticamente.
¿Cómo
tomarlo?
La manera
convencional de incorporarlo a la dieta es como saborizante en aderezos para
ensaladas, o para elaborar la mayonesa en casa.
Otra
posibilidad es tomarlo diluido en agua. Es mejor comenzar con pequeñas dosis y
evitar tomar grandes cantidades. La dosis acostumbrada oscila entre 1 a 2
cucharaditas (5-10 ml) a 1-2 cucharadas (15-30 ml) por día, mezcladas en un
vaso grande de agua.
La ingesta
oral de una bebida que contenga 750 mg de ácido acético al día disminuye
significativamente la presión arterial en personas con presión arterial
alta-normal y en pacientes hipertensos leves.
Para ayudar
con la pérdida de peso, se pueden consumir 2 cucharadas de vinagre de manzana
en un vaso con agua antes de cada comida.
La
digestión de proteínas mejora tomando el vinagre de manzana también en ese
momento, pero la dosis necesaria para este efecto puede ser ligeramente menor
que la empleada para perder peso.
Si se quiere mejorar la absorción de hierro se
recomienda tomar 2 cucharaditas de vinagre de manzana en un vaso de agua tres
veces al día. Además, es conveniente agregarlo a las comidas que contienen
fuentes de hierro vegetal, como judías, lentejas o espinacas.
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